Existen dos tipos de sistemas de controles de acceso de personal, cuyo funcionamiento es muy parecido per que cubren requerimientos distintos.
Por un lado están los controles de accesos conectados, estos sistemas tienen otra funcionalidad dónde una aplicación gobierna distintos dispositivos a través de las comunicaciones que se hayan elegido.
Por otro lado están los controles de accesos autónomos, que no están conectados a una unidad de control. Estos sistemas, una vez cargados, funcionan indefinidamente con la programación introducida, pudiendose modificar cuando se desee.
La elección del sistema de control de accesos depende de si la empresa quiere o no que además se registre información sobre los horarios de entrada y salida:
- Controles de acceso en red: Estos, además de abrir puertas, barreras, tornos… También permiten registrar las entradas y salidas de los empleados. Deben conectarse a una red (Ethernet, RS232, WiFi….) ya que la información con las entradas y salidas de los empleados se va a descargar en una aplicación instalada en el ordenador para poder generar los informes. Estos son los controles de acceso más completos ya que además realizan también las funciones de un control de presencia (registrar las horas de entrada y salida de los empleados).
Muchas veces, cuando se piensa en qué es un control de accesos, en realidad la empresa lo que está pensando es en un control de presencia, que son aquellos que registran los horarios de entrada y salida de los empleados, sin ninguna otra función. Como vemos, los controles de acceso son una cosa diferente, sin embargo, los que van conectados a red permiten ambas funciones. Probablemente de ahí viene muchas veces el error. - Controles de acceso autónomos: No necesitan conectarse a red y no registran las entradas y salidas de los empleados, se limitan a abrir puertas, barreras, tornos… Mediante el pulso eléctrico que activa el relé cuando un trabajador se identifica.
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